Mujeres en el centro MSK que dirige Pooja Iyengar.
Me llamo Pooja Iyengar y nací en Bhopal, ciudad india tristemente célebre por la explosión de una fábrica de gas en 1984, una de las peores catástrofes químicas de nuestra época.
En Bhopal, dirijo la asociación con fines no lucrativos Mahashakti Seva Kendra (MSK), creada en 1992, que cuenta con 200 miembros, en su mayoría mujeres.
La asociación tiene por lema “Ni una sustancia química más”, y la voluntad de comprometerse en favor del respeto por el medioambiente. Hemos comenzado a producir tintes naturales utilizando tejidos artesanales, y comenzamos una gestión de reciclado máximo de desechos.
¿Con qué objetivo se creó la asociación?
MSK fue creada por la Sra. Indira Iyengar, que colaboraba con las Misionarias de la Caridad, para responder a las necesidades de las víctimas de la tragedia de Bhopal.
Se convirtió en la portavoz de las mujeres provenientes de las comunidades afectadas para solicitar la creación de un centro de formación profesional para los supervivientes de la tragedia. Al principio, el objetivo era crear un liderazgo y formar a las mujeres en diversos oficios, para que pudieran ejercer sus derechos y empoderarse gracias a fuentes de ingreso sostenibles.
Indira Iyengar, junto a otras 500 mujeres, perseveraron y llevaron a cabo un largo combate para conseguir los locales, y finalmente, obtuvieron tres talleres cercanos a la fábrica de Union Carbide.
¿Qué hace MSK?
Antes de la pandemia de COVID-19, unas cincuenta mujeres trabajábamos en el Centro, en donde innovábamos y aprendíamos a reducir los desechos plásticos, así como a crear productos revalorizados. Pero con el confinamiento, muchas otras mujeres de nuestra comunidad se dirigieron a nosotras para pedirnos ayudas. La mayoría de los hombres de la comunidad eran hombres con trabajos precarios o desempleados, y de pronto, numerosas mujeres acudieron para pedirnos trabajo.
Como MSK era la única asociación de Bhopal que fabricaba máscaras, guantes, gorras y toallas higiénicas reutilizables de algodón, el cuaderno de encargos se llenó y el salario de las mujeres se convirtió en la principal fuente de ingreso de sus hogares durante este periodo.
La Sra. Amuda, miembro de MSK, fabrica máscaras reutilizables de algodón.
La Sra. Sarita, miembro de MSK, fabrica toallas higiénicas reutilizables de algodón.
¿Llevan a cabo otras actividades?
En MSK no solo enseñamos el corte y costura. Con regularidad, organizamos talleres sobre la igualdad de género para reflexionar sobre los derechos de las mujeres y las cuestiones vinculadas al género. Gracias a una formación profesional, las mujeres aprenden a leer y a escribir, ya que muchas de ellas no asistieron a la escuela primaria o nunca fueron escolarizadas. Desarrollamos también otras competencias, fundamentalmente el bienestar social y emocional, que incluye la confianza en sí mismo. Es por eso que organizamos frecuentemente talleres con investigadores del Centro para el Desarrollo Sostenible del Earth Institute (Universidad de Columbia).
Además del taller de costura, disponemos ahora de un verdadero centro de informática en donde las adolescentes (no escolarizadas) aprenden la informática y el inglés oral de manera gratuita para que puedan ganarse la vida y ser independientes.
¿Tienen otros proyectos?
Deseo que mi ONG se desarrolle como empresa social ecológicamente responsable permitiendo así que más mujeres puedan adquirir confianza en sí mismas y autonomía financiera.
Después de los suburbios, trabajamos ahora en Jobat, uno de los distritos más marginados de la India. Allí se formarán trescientas mujeres originarias de tribus locales en el ámbito de la impresión de tejidos con tintes naturales, una técnica tradicional que se está perdiendo. Por otra parte, en colaboración con la Fundación Dustyfoot, lanzaremos pronto el programa Green Hub (Central) en cuatro Estados del centro del país (Madhya Pradesh, Chhattisgarh, Jharkhand y Rajastán). El objetivo será implicar a las jóvenes de las comunidades rurales y tribales en la protección de la biodiversidad y en la adopción de prácticas respetuosas del medioambiente, gracias a un modelo innovador que utiliza las plataformas digitales, favoreciendo la visibilidad de estas actividades entre los medios de subsistencia. De esta manera, en la región surgirán ideas y acciones para un futuro más equitativo desde el punto de vista social y más sostenible desde el ecológico.
¿Qué repercusión ha tenido MSK en su vida y en la de los demás?
A mayor escala, Bhopal de ha trazado el objetivo de convertirse en la ciudad más limpia del país, en el marco de la campaña Swachch Bharat (Una India limpia). En colaboración con la municipalidad, hemos recogido ropas viejas entre las asociaciones de servicios sociales de la población, para fabricar casi 20.000 bolsas de algodón que distribuimos en los mercados y tiendas de comestibles para convencer a las personas para que dejen de utilizar las bolsas plásticas. Nuestros esfuerzos fueron recompensados por la municipalidad de Bhopal, que nos ha nombrado “embajadores SWACHCH” (limpios).
Hemos seguido innovando y experimentando con el reciclado de tejidos y lanzado nuestra propia gama de productos: toallas higiénicas reutilizables, bolsas de algodón y cestos para perros. Hoy en día, todo el mundo conoce MSK en la ciudad, y a la gente le gustan nuestros diferentes productos. Hemos logrado cambiar la mentalidad de las personas incitándolas a que pasen un modo de vida sin plásticos y responsable en términos de ecología, a que adopten el “slow fashion” y aprecien los productos fabricados a partir de tejidos reciclados.
A menor escala, los efectivos de MSK ascendieron de 15 a 50 mujeres que trabajan a tiempo completo, pero también llegamos a unas 2000 mujeres de manera indirecta. Al principio, las mujeres implicadas se mostraban extremadamente tímidas y nunca hubieran expresado sus opiniones, debido a sus comunidades de origen. En sus hogares, los hombres son quienes toman todas las decisiones, y las mujeres se contentan con obedecer a las órdenes y cumplir con los quehaceres domésticos. No obstante, constaté que ocurrió una transformación real en cuanto aprendieron un oficio, recibieron encargos y ganaron su propio salario. Se sienten más seguras, comienzan a expresar sus opiniones, a compartir sus problemas y a divertirse, algo que antes era impensable.
Mujeres en MSK fabricando productos a partir de recortes de tejidos.
¿Qué consejos daría a aquellos que quisieran seguir su ejemplo?
Si tiene deseos de brindar servicio a la comunidad, debe antes que todo identificar qué es lo que le apasiona. Determine, por ejemplo, si desea trabajar con personas mayores, en favor de la creación de medios de subsistencia, del bienestar animal, del medioambiente… Lo que sea. Comience despacio: la gestión del tiempo ese crucial, dedicar de una a dos horas diarias a su compromiso social basta. Lentamente, gracias a su entusiasmo y su perseverancia, sus esfuerzos comenzarán a dar frutos y llegarán cada vez a una mayor cantidad de personas. Su fervor creará discípulos, y otros se unirán a su combate. Sea valiente y dé el primer paso, así abrirá el camino a muchas personas. No abandone nunca sus propósitos, mantenga su entusiasmo y encontrará a personas que comparten sus ideas y que se unirán a su causa para avanzar junto a usted.
Para terminar, quisiera retomar la frase del famoso poeta, quien dijo algo así como: “Comencé solo en pos de mi objetivo, pero otros me siguieron, ¡y ahora somos una caravana!”.
Reciclando un viejo vaquero convertido en bolsa.
Artículo de poojaiyengar1906@gmail.com; @mahashakti92; @mahashaktiseva1992; www.mskonline.org