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¡Sensibilicemos a las escuelas sobre el medio ambiente!

Christina Petri, una joven y apasionada voluntaria del movimiento «Let’s Do It Greece», nos da sus consejos sobre cómo incorporar la conciencia medioambiental en las escuelas mediante actividades de voluntariado.

¡Sensibilicemos a las escuelas sobre el medio ambiente!

Me llamo Christina Petri y deseo compartir mi pasión por el trabajo voluntario y la sensibilización ambiental en mi país. Desde 2016, he participado activamente en la campaña de voluntariado a escala nacional “Let’s do it Greece”, que congrega a más de 119 000 voluntarios en todo el país con el objetivo de reunir a todos los ciudadanos griegos con miras a organizar jornadas de un día de duración. Pero cada año, me trazo también una meta personal: transmitir mi amor por el medio ambiente a la nueva generación e incitar a los estudiantes a actuar al respecto para cambiar a nuestro mundo. 

En general se cree que, si le enseñas un buen hábito a un joven o una joven, el joven o la joven lo adoptará durante toda su vida. Desde esta perspectiva, el mejor lugar para que un niño aprenda será siempre la escuela, en donde las ideas prosperan y en donde se comienza a explorar el mundo. Educar en materia de sensibilización ambiental en la escuela es vital. Los niños más pequeños, mediante los programas de educación vivencial, aprenden a cuidar el medio ambiente y toman conciencia de las repercusiones ambientales que provocamos en nuestro planeta. Y como deben desempeñar un papel clave en este mundo, también sienten cuán importante es vivir en armonía con él.      

Por otra parte, a la hora de plantearse las grandes transformaciones del mundo, es importante centrarse en pequeñas acciones que pueden tener una gran repercusión. Al enseñar a un niño el amor por la naturaleza, estamos formando al adulto del futuro que se comportará y hará todo lo que esté a su alcance para proporcionar un cambio positivo en nuestro planeta. Durante las últimas décadas, la Tierra ha enviado múltiples mensajes de alerta. Al sensibilizar a los jóvenes sobre las cuestiones relativas al ambiente y su importancia capital, creamos la sociedad a la que aspiramos. Y depende de nosotros conseguirlo, ya que estos niños son la nueva generación de hoy y quienes transformarán el mundo de mañana.

Como miembro de “Let’s do it Greece”, he podido constatar que la nueva generación ya tiene la chispa lista para encenderla. De hecho, la historia de nuestro equipo comenzó … ¡en una escuela!

Escuela primaria de Kastoria, Grecia

Éramos un grupo de adolescentes a los que nos gustaba el trabajo como voluntarios en favor del ambiente, ya sea en el ámbito de nuestra escuela o través de actividades con nuestros docentes. La limpieza de las playas, la reforestación y las visitas a los centros de educación ambiental nos hacían sentir que estábamos haciendo algo importante por el planeta.

Esta experiencia influyó tanto en nosotros que, después de graduarnos, decidimos crear nuestro propio equipo con el objetivo de proteger el bosque de nuestra región. Y con nuestra labor seguimos el ejemplo de nuestros docentes, que fueron nuestra fuente de inspiración.

Visitamos otras escuelas para hablar con los alumnos y organizar actividades de reforestación. Después, sucedió algo mágico: como teníamos aproximadamente la misma edad, logramos crear fuertes vínculos con otros alumnos que nos han seguido, llevando a cabo nuevas jornadas de voluntariado. Fue el primer paso a favor de cambios a mayor escala.    

Lo mejor de toda esta experiencia, es cuando uno se da cuenta de que se puede tener mucha influencia en la vida de estos jóvenes, cuando compruebas que han creado sus propios equipos y organizado sus propias actividades para incitar a sus familias y docentes a la acción, y que se convierten en los nuevos activistas en favor de la protección de la naturaleza en nuestro entorno.

Aquellos alumnos con los que hablamos ayer, hoy son adolescentes que actúan y transformarán el mundo del futuro. Su motivación es el reflejo de un movimiento más amplio en el seno de la sociedad, algo que nos provoca una satisfacción indescriptible. Durante la última actividad de “Let’s do it Greece”, en 2019, 45 000 alumnos tomaron la iniciativa y organizaron eventos voluntarios durante “La Semana de Voluntarios de Let’s do it Greece”. Les tocó entonces dar el ejemplo, y lograron que, una, de cada diez escuelas de nuestro país, participen en el evento.

Let’s do it Grecia: evento de concienciación medioambiental

¿Y si te dijera que también puedes ser uno de estos jóvenes que hacen que las cosas cambien en el mundo? Es muy simple:

Etapa 1: Organiza debates acerca del ambiente

Familiarízate con los conceptos de Reducir, Reutilizar, Reciclar, y adopta hábitos respetuosos con respecto al ambiente tales como: “¡No a los plásticos de uso único!” Evoca las necesidades de tu región e indica los lugares en los que urge actuar.

Etapa 2: Implica a los docentes en la organización de la actividad

Permite que los docentes participen en el debate, comparte tus ideas con ellos y, juntos, determinen los objetivos del cambio positivo en tu región. Sus conocimientos no tienen precio y unidos pueden decidir en qué acción van a participar.

Etapa 3: Organiza las primeras reuniones para crear un grupo de trabajo

Dirígete a los responsables (por ejemplo, la Alcaldía) y/o a los grupos de voluntarios de tu región para que colaboren en la organización.

Etapa 4: Planifica tu actividad como voluntario

Prevé qué vas a hacer, el equipo que necesitas, la distribución de las funciones y responsabilidades entre los miembros del equipo y todo lo que necesitarás para la organización.

Etapa 5: Invita a tus amigos, tu familia, a otros centros educativos y a las personas de tu región a colaborar contigo

Utiliza las redes sociales para difundir tu idea, para que muchas más personas se enteren y participen en tu actividad.

Etapa 6: Let’s do it! (¡Adelante!) ¡El día del evento llegó!

El día de la actividad, todos juntos, nos esforzamos al máximo.

Cuando a veces pienso en las increíbles consecuencias que pueden tener las acciones pequeñas, como enseñar a un alumno cómo evitar el plástico de uso único, me inclino a pensar que las pequeñas acciones no existen. Es como un efecto de mariposa: una acción extremadamente pequeña provoca cambios en otra parte del planeta que nunca hubiéramos esperado. La sensibilización sobre las cuestiones relativas al ambiente en las escuelas, mediante el trabajo voluntario, crea las condiciones necesarias para conseguir una sucesión cambios positivos.

“Trash hackons” nuestra vida, y, como decía Mahatma Gandhi: “¡Conviértase en el cambio que desea para el mundo!”

Artículo escrito por Christina Petri @Christina Petri